Wall Street tiene en la mira a la gran ola disruptiva las CBDC

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A lo largo de los años, se ha generado un creciente interés de los bancos por las monedas digitales, motivado al éxito de Bitcoin, que funciona con una tecnología de contabilidad distribuida, pública además bastante segura, llamada Blockchain, que permite transferir valor por Internet.

Gracias a esa inmensa popularidad que ha ganado este ecosistema criptográfico a nivel global, debido a su naturaleza descentralizada y libre de regulaciones; el sector financiero comenzó a ver su ascenso como una posible amenaza para el sistema bancario tradicional.

Sin embargo, todos sabemos que el sistema financiero es un importante pilar de control de la autoridad reguladora de cualquier país, los bancos centrales, instituciones que a su vez están por lo general sometidas a las políticas de los gobiernos.

Incapaces de controlar el crecimiento y la influencia de tales criptomonedas, ante la amenaza global que se pueden erigir las mismas en la sociedad, los bancos centrales comenzaron a estudiar la tecnología Blockchain para crear su propia versión del dinero fiduciario que manejan en sus economías.

A partir de allí comenzaron los proyectos de las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) empleando un registro electrónico o un token digital para representar la forma virtual de una moneda fiduciaria de una nación (o región) en particular.

A diferencia de las criptomonedas derivadas del Bitcoin, las CBDC cómo monedas fiduciarias digitales están centralizadas; siendo emitidas y reguladas por la autoridad monetaria competente de cada país.

Cada CBDC que se emita en el mundo, actuará como una representación digital de la moneda fiduciaria de un país y estará respaldada por una cantidad adecuada de reservas monetarias como oro, petróleo y recursos explotables o reservas de moneda extranjera del país emisor.

Por ello, en Wall Street están conscientes que la próxima gran fuerza disruptiva en el horizonte son las CBDC y por supuesto, Estados Unidos tendrá su propia versión del dólar digital.

Aunque es probable que la Reserva Federal no esté lista para lanzar esta versión en los próximos meses está en fase de estudio.

Hoy en día países como China, Corea del Sur, Noruega, Reino Unido, Suecia o las Bahamas, generan titulares por el desarrollo de sus CBDC, atrayendo cada vez mayor interés, por comprender el futuro de una sociedad cada que se acerca a la eliminación del efectivo.

Una encuesta de 2020 del Banco de Pagos Internacionales (BPI) indicó que casi todos los bancos centrales del mundo al menos hicieron algún trabajo en estas monedas digitales.

Alrededor del 60% de los bancos centrales en el mundo, están trabajando en pruebas de “prueba de concepto”, aunque solo el 14% ha lanzado un programa piloto o está en desarrollo.

Wall Street sabe que un dólar digital apenas tendría algunas características similares al Bitcoin o Ethereum, ya que por su diseño serían muy diferentes, pero entiende que es una necesidad, ya que el yuan digital de China, es para muchos analistas, una amenaza a la hegemonía del dólar.

Mientras las criptomonedas, son activos especulativos, con un precio fluctuante, sin regulaciones y con una aceptación aunque creciente, algo limitada. Un dólar digital, tendría un valor basado en reglas económicas como la moneda fiduciaria y una aceptación generalizada.

Este dólar digital, al ser emitido por la Reserva Federal, estaría completamente regulado y bajo una autoridad central, pero además respaldado por la economía estadounidense. Sin embargo, han surgido preocupaciones por su utilidad y desempeño en la economía.

Más allá del entusiasmo por un posible nuevo horizonte para el sistema financiero, los más críticos se preguntan cómo llevar a cabo una implementación correcta, que tome en cuenta, consideraciones técnicas como velocidad y resistencia a ataques a la infraestructura tecnológica, entre otros.

Durante la crisis de COVID-19, aumentó la demanda de los pagos digitales, por lo que el volumen o flujo de pagos, que se manejan en varias plataformas, redes e intermediadores financieros, no debería verse perjudicado por esta implementación de un CBDC del dólar estadounidense.

Los defensores de las CBDC, sostienen que los pagos serían aún más rápidos y fáciles si ese dinero pudiera depositarse directamente en billeteras digitales, entre otras múltiples ventajas que traería la adopción de esta tecnología.

Quizás la que más ha llamado la atención, es dar acceso al sistema financiero a las personas no bancarizadas, cubriendo el 100% de la población bancarizable de un país o región. Pero, los bancos posiblemente se verían afectados por lo que Wall Street ha comenzado a prepararse para estos cambios.

La implementación de las CBDC podría terminar con parte de intermediación financiera como la conocemos, pues cada persona manejaría sus fondos en una billetera CBDC provista por el banco central del país donde reside.

Por lo tanto, la función de las instituciones financieras, tanto en la banca tradicional como en las fintech, se vería afectada, porque podrían perder depósitos debido a que las personas depositarían su dinero directamente en cuentas provistas por el banco central.

“Un movimiento importante para introducir las monedas digitales del banco central (CBDC) en realidad podría alterar el sistema financiero”, advirtió Chetan Kishore Ahya, economista jefe y Director Gerente del banco de inversiones Morgan Stanley, en un reciente informe.

“Los esfuerzos para introducir CBDC están ganando impulso, con hasta el 86% de los bancos centrales del mundo explorando las monedas digitales”. “Si bien las iniciativas CBDC de los bancos centrales no tienen la intención de perturbar el sistema bancario, es probable que tengan consecuencias disruptivas no deseadas”, dijo Ahya.

Cuanto más se acepten las monedas digitales, mayores serán las oportunidades de innovación y mayores serán las posibilidades de alteración del sistema financiero”, agregó Ahya. Y aquí es donde Wall Street, está previendo cambios directos en el sector financiero global.

A medida que la Fed y otros bancos centrales resuelven esos problemas tecnológicos, económicos, políticos y hasta logísticos, Wall Street se está anticipando a lo que deparará el futuro a la banca tradicional, pero también a la banca 2.0.

“La carrera hacia el Dinero Digital 2.0 está en marcha”, dijo Citigroup en un informe preparado para sus clientes e inversores, el cual explora las posibles implicaciones de las CBDC en la economía global.

“Algunos lo han enmarcado como una nueva carrera espacial o una nueva guerra fría de moneda digital. En nuestra opinión, no tiene que ser un juego de suma cero, hay mucho espacio para que crezca el pastel digital en general”, añadió el informe del Citigroup.

Tras el lanzamiento del yuan digital el año pasado, algunos analistas comenzaron a temer que la ventaja China tomaría la delantera en ese campo, y con ello, comience a socavar el estatus del dólar como moneda de reserva mundial.

Las apuestas en Wall Street, señalaban que con este lanzamiento del yuan digital, primero que el dólar digital, se perdió la apariencia de una carrera por el lanzamiento de una CBDC estable, y se comenzó a percibir más como una amenaza porque China tomó la delantera.

Un informe privado del Bank of America Merrill Lynch, señala que la emisión de dólares digitales permitiría que la moneda estadounidense “siga siendo altamente competitiva… en relación con otras monedas”.

“Las CBDC ofrecen los beneficios de mejorar las transacciones monetarias, sin los efectos secundarios adversos de las criptomonedas”, escribió en ese informe Anna Zhou, economista de Bank of America Merrill Lynch.

Aunque China hasta ahora ha negado que tenga pensado usar el yuan digital o eCNY para socavar al dólar, muchos analistas prevén que esto es lo que pudiera ocurrir si el gobierno de ese país, decide permitir a los extranjeros poseer también los monederos del yuan digital para hacer pagos.

A pesar que varias naciones han avanzado en sus proyectos de CBDC, después de que las Bahamas fuera el primero en lanzar el Dólar de las Bahamas digital (Sand Dollar), ningún otro país ha despertado tanto temor de un avance como el gigante asiático.

La Fed está trabajando actualmente en un proyecto conjunto con el Instituto de Tecnología de Massachusetts para evaluar la eficacia de un dólar digital, pero aún no hay un calendario específico sobre cuándo y cómo se llevará a cabo, o si la Reserva Federal avanzará sobre este punto.

Hay muchas elecciones de políticas sutiles y difíciles y elecciones de diseño que debe tomar”, manifestó hace dos semanas el presidente de la Fed, Jerome Powell, en una entrevista hace un par de semanas con Scott Pelley del programa de CBS “60 Minutes”.

“Estamos haciendo todo ese trabajo”, dijo Powell a Pelley. “No hemos tomado la decisión de hacer esto porque, nuevamente, la pregunta es ¿beneficiará esto a las personas a las que servimos? Y tenemos que responder bien a esa pregunta”.

Estas revelaciones de Powell, fueron recogidas por varios medios de comunicación estadounidenses, y aumentaron el interés de los inversores en conocer cómo este cambio disruptivo puede trastocar el funcionamiento operativo de la banca.

Ello implica que, a pesar que las CBDC son inevitables, ya que serán una realidad casi global en pocos años, las autoridades estadounidenses de la Reserva Federal, parecen decididas a tomarse su tiempo, antes de realizar su lanzamiento.

De hecho, el propio Powell sostiene que la Fed no actuará en la aprobación de un dólar digital, sin tener la autorización específica del Congreso de Estados Unidos, pues a su parecer todavía hay múltiples preocupaciones que deben abordarse.

Advertencia "La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido"

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